Para un pueblo en Democracia, el pan diario tiene la pureza fragante del maná esperanzador y ese sabor a libertad ganada.
Y si la pobreza y la riqueza transan sus respetos, basados en la dignidad protegida por la honestidad de sus gobernantes, más el valor de esos líderes apoyados por el esfuerzo digno y creador de un pueblo limpio… (El lector, suspira)…
Todo eso esculpido en valores propio, reforzados en lealtades talladas en sincera fe, son la patria, el hogar, la familia, el trabajo…
…Por supuesto, poniendo de lo propio todo el esfuerzo posible para corregir los malos rumbos, y capear así los temporales en las bahías de la unidad transparente.
Cuando esto no conjuga se siente el roce que producen los dolores de esas vergüenzas e injusticias, y que además siempre salen justificadas y laureadas por esa autocolonización servil, normalmente limitada por talofitas mediocres profesionalizados en hipocresía, que hacen sus buenos oficios desviando las sendas hacia la frustración de ese pueblo que lucha históricamente para sobrevivir en la mierda llegando a la tragedia de prostituirse moralmente, para servir a los intereses de esos traficantes del poder.
(Cuánto se puede decir y hacer en Democracia… hasta los que la destruyeron, hoy la usan y la abusan…)
En estos días negros para el mundo, debemos meditar en todo lo bueno y lo noble que nos rodea en este sagrado suelo nuestro: todos esos vientos limpios, las aguas cristalinas, la generosidad de nuestro mar, esos verdes horizontes, este cielo tan próximo al alcance de todos los sueños y ese amor en familia que nos restaura día a día; podemos decir con propiedad, en esta tierra bendita, se respira la paz.

Hoy, esta Patagonia nuestra, es la porción de tierra más segura del planeta: SI OFRECEMOS PAZ, QUIENES VENGAN, VENDRAN POR PAZ.

Magallánicos, protejamos nuestra democracia; el egoísmo es el más poderoso corrosivo activador de esa violencia destructora de la paz.
Cuando se tiene la paz, no se siente ni se vé; cuando se pierde, se va en odio por cunetas y alcantarillas, hecha lágrimas y sangre… (Ojo, no sientas, no veas, ni leas esto como cobardía).

Dios bendiga nuestra patria-patagonia-pan-unidad-progreso, y paz: TIERRA NUESTRA, REPUBLICA DE LAS ESPERANZAS.
(Un ciudadano honrado y limpio no vende su voto a cambio de limosna. Ese acto lo convierte en esclavo de los traficantes del poder, y le hace indigno de ser ciudadano de esta Tierra Noble…) (Los carneros, por lógica no caminan, no actúan, no ríen, ni miran de frente como los humanos… Antes y después de votar es cuando más se les nota, porque se pierde la sombra de la dignidad).

Antonio S. Deza González, Director

El Fortín del Estrecho