Si sueñas con castillos en el aire, despierta, ponle cimientos y píntalos

La magallánica sociedad anónima, fue un sueño de hace algunos años, ocurrió cuando se sentía en el alma que la alegría venía… Esa idea soñada se publicó en la prensa local, no impresionó a nadie; sin embargo si se le hubiese puesto un poco de atención, se habría logrado más de un objetivo positivo, del que hoy tendríamos beneficios.
Nuevamente haremos la pregunta: ¿estaría de acuerdo con inyectar un aporte mensual a un proyecto cooperativo, para iniciar la formación de un tipo de producción exportable? No, de la extracción de los no renovables, para exportar sin procesar, entiéndase crear para “producir”, y generar así, la partida del real uso de los recursos, sin la participación del centralismo. Para que las utilidades se reinviertan en Magallanes. Con la participación, por supuesto, de un cuerpo técnico intelectual regionalista.
(Ese intento que hacen de ayudar a los pequeños productores no es más que un bondadoso saludo a la bandera, las condiciones tienen intereses paralelos, si no se tiene como respaldar un proyecto simplemente muere. Si esas ayudas fueran realmente se notaría el progreso).
Si analizamos la realidad de la ciencia estamos a años luz de esa industria tecnológica a la que jamás llegaremos a rasguñar su altura. Muchos son los intereses involucrados que han generado nuestra histórica dependencia. Pero, hay algo que flota y se respira, que es nuestro y es un gran capital a invertir: LA NO CONTAMINACIÓN. Somos una tierra todavía limpia y esa pureza tiene un inmenso valor en el mundo de hoy.
¿Por qué no invertir técnica e industrialmente en la tierra y producir productos de exportación uniformando la producción para lograr cantidad envasadas de alta calidad garantizando la marca de origen “MAGALLANES LIMPIO”. Abriendo poder comprador para montar un centro de elaboración? Invertir en la construcción de invernaderos industriales, en la industrialización de los restos de matadero. Dirán que es una locura; sabía usted que se está importando tierra en bolsa de EE.UU. y que la comida para perros y gatos también es importada, que de España traen porotos en frascos además de otros. No se puede hablar de autonomía regional si no se produce lo suficiente para intentar una independencia económica. No basta con ser una región prestadora de servicios. He ahí la industria del turismo frente a la pandemia. ¿Recuerdan la tragedia económica de Grecia?
Por ejemplo una fábrica industrial de chucrut… una fábrica industrial de ketchup, una industrial crianza de gansos para exportar el paté de hígado, sus plumas, y su carne para alimento animal, de la industrialización de los restos de matadero una fábrica de jabón de excelente calidad, financiar el científico estudio para industrializar el calafate…, y cultivarlo, el estudio para producir energía con la fuerza del Estrecho. El viento también dejará de pertenecernos y esa luz la pagaremos financiando la utilidad de foráneos. La respuesta de siempre es de los mismos y esos que hablan de autonomía en sus discursos: (“que vengan los chinos”). ¿Y la dignidad? “Bueno, haremos los estudios pero, con el cambio de gobierno todo se irá a la cresta”. Y vamos con otro discurso. Y así, se ha ido la vida. “Que a estos no les gustó porque el partido no está de acuerdo, que hay otras prioridades”, “que el proyectista soñador no es de los nuestros”, “estos proyectos hay que aguantarlos hasta después de las elecciones”. “Esto puede ser un buen negocio pero hagámoslo para nosotros…”. Toda gestión sólo con el Banco del Estado. Para que el dinero no salga y se anide en otros bolsillos.
Parece ridículo, pero estas industrias moverían a más de 1000 familias. Industrias sin dependencia presupuestaria extranjera, ni centrina. Ahora no hayan como venderle a los chinos lo más que se pueda de nuestra pobre independencia (con la Constitución en trámite debieran poner límite a esas dudosas gestiones como la venta del Litio y de la Electricidad) al final cuando sea tarde se sentirán los fétidos “mea culpas” color marrón.
El recurso destinado a la rotonda inviértase en industrias piloto. (Pero sin burocracia funcionaria). Un eficiente laboratorio productor de fármacos en la Tierra del Fuego, ¿por qué no?
Alguien se recuerda de lo que se intentó con SIDERE MAGALLANES…, nada quedó, ¿por qué?. O el plan de industrialización de Allende… La lanera Austral se fue, ¿escuchó algún lamento…? Que va, con su dieta no quieren más…
Es tiempo de entender que sin producción no hay solución.
“Cuando pones cemento en la tierra, no sale rabanito”, palabras de Don Lucas Kuzmanic.

TODO POR LA AUTONOMÍA POLÍTICA Y ECONÓMICA DE MAGALLANES

Antonio S. Deza González
Director

 

El Fortín del Estrecho