El marino inglés Wood Rogers en el año 1708 tomó posesión de la isla Luis el Grande nombre del Rey de Inglaterra. Hallándose anclado en Puerto del Hambre, opinó que allí sería fácil establecerse por se apto el terreno para sembrar y criar ganados.
En 1698 se organizó en Francia una gran Compañía para establecer la colonización francesa en el Estrecho de Magallanes. Del Puerto de Rochelle, salió una expedición con numerosas familias y con todos los elementos necesarios para un establecimiento. La empresa fracasó por los muchos inconvenientes que sufrió la expedición, la que después de pasar al pacífico y llegar hasta las islas Galápagos, regresó a Francia por el Cabo de Hornos.
Cuando la Francia perdió sus colonias del Canadá, pensó seriamente en establecerse en el extremo austral de este continente e islas Falkland. Los corsarios de Saint Malo que habían explorado estas islas, por esta circunstancia creían haberlas adquirido para su patria, y la Francia deseaba vivamente poseer un lugar de estación en las proximidades del Estrecho antes de pasar sus naves al Pacífico. Para realizar el logro de estas aspiraciones, fue comisionado el ilustre marino y escritor don Luis Antonio Bougainville. Llegado el 3 de Febrero de 1764 a las islas Falkland que denominó Malouines, convertidas después en Malvinas por los españoles. Bougainville tomó posesión de la isla más oriental y fundó la colonia de San Luis o de la Soledad. España reclamó y Francia accedió a la devolución de su colonia, previa indemnización por los gastos hechos. El mismo Bougainville fue comisionado para hacer la entrega a España, y aprovechó este segundo viaje para explorar detenidamente el Estrecho de Magallanes y efectuar estudios hidrográficos y de geografía. En sus informes, recomienda esta ruta interoceánica como preferible a la del Cabo de Hornos y encarece las condiciones favorables a la colonización.
El Rey Jorge III de Inglaterra, por el prestigio y gloria de su corona y por el progreso de la navegación y el comercio de sus súbditos, ordenó una expedición a buscar tierras e islas no ocupadas por otra potencia europea, situadas entre el Cabo de Buena Esperanza y la boca oriental del Estrecho de Magallanes. Tuvo presente el Rey que las islas Pepys o Falkland había sido descubiertas por marinos ingleses, pero que sus tierras no habían sido estudiadas no las condiciones para poblar dichas islas. En Junio de 1764, se confió la expedición a John Byron que en Diciembre penetró el Estrecho explorándolo cuidadosamente para volver a las Malvinas y tomar posesión de ellas en nombre de S. M., en el Puerto que denominaron Egmont. Los colonos españoles de la Soledad, intimaron a los ingleses para desalojarlos y lo mismo hicieron éstos con aquellos, sin obtenerlo por una y otra parte, hasta que el gobernador de Bs. Aires envió un buque y el 10 de Junio de 1770, los súbditos británicos firmaron a la fuerza una capitulación, retirándose de las islas. Inglaterra reclamó e hizo grandes aprestos militares para restablecer a sus colonos. Tras prolongadas discusiones diplomáticas, S. M. Católica por amor a la paz, consintió en restablecer a los ingleses en puerto Egmont, pero dejando bien establecido que esto no perjudicaría en modo alguno la cuestión de dominio de España sobre las islas, Más tarde se restablecieron las cosas al estado anterior, Inglaterra abandonó las Malvinas en 1774 reconociendo los derechos de España y no volviendo a ellas hasta sesenta años después, sin que haya sido posible primero a España y después a la Argentina, la devolución de dichas islas a pesar de reclamarla este último país desde hace más de un siglo.
Las autoridades españolas vivieron en constante alarma a causa de las numerosas expediciones extranjeras que frecuentaban el Estrecho de Magallanes, suponiéndoles intenciones de establecer allí algunas poblaciones. El Rey envió desde la Península o desde sus posesiones en América, en varias ocasiones, o sus escuadras para inspeccionar los mares de sur, cerciorándose así de la efectividad de sus temores y desalojar a los extranjeros.

Alfonso Aguirre Humeres, historiador

El Fortín del Estrecho