BOCCACCIO          
(1313-375 )
Escritor italiano
Hijo natural de un mercader florentino y de una dama desconocida. Enviado por su padre a Nápoles, aprendió primero el oficio de cambista, y más tarde se interesó por el derecho canónico. Allí encontró a la joven que inmortalizará en su obra con el nombre Fiammetta. En esa bella ciudad, compuso numerosas y variadas obras, antes de ser reclamado por su padre a Florencia, donde vivió hasta su muerte, entregado a un trabajo de erudición que a veces alterna con la redacción de obras más ligeras. Su producción está constituida por escritos en latín e italiano. Las obras de juventud están escritas en lengua vulgar; claramente inspiradas por los modelos antiguos y medievales –a veces no bien asumidos- rehabilitan la poesía mitológica y legendaria: La caza de Diana o el Enamorado del amor). La poesía épica: La víctima del amor o La Teseida. La alegoría moral: La visión amorosa. El género pastoril: La comedia de las ninfas florentinas o la ninfa de Fiesole.
Las obras de su vejez están compuestas en latín. Escribió poesías como: Carmen bucolicum. Obras históricas y morales: De casibus illustrium virorum, De claris mulieribus. Una Genealogía de los dioses paganos, un Diccionario geográfico y un cometario de la Divina Comedia de Dante Alighieri
Pero la obra que le otorgó la inmortalidad fue compuesta en la época de su madurez: Se trata del Decamerón. Redactado entre 1349 y 1351, es una obra maestra indiscutible que servirá  de modelo a varias generaciones de escritores de cuentos occidentales. El Decamerón se presenta como un conjunto de relatos cuya unidad está doblemente afirmada: en principio, se asegura con la ficción del punto de partida: Siete doncellas y tres jóvenes que han huido de Florencia, ciudad asolada por la peste, se divierten contando, durante diez jornadas, cada cual una historia. Y, por otra parte, se consolida con determinadas constantes que entrelazan las diez series que agrupan cien relatos. Efectivamente, si, en la primera y la décima jornadas, loa narradores dan rienda suelta a su inspiración. En las ocho restantes los temas son impuestos: la segunda jornada aborda las aventuras peligrosas; la tercera, las manifestaciones del ingenio; la cuarta, el resultado trágico de la pasión amorosa; la quinta, el desenlace feliz del amor; la sexta, la salvación que otorgan las ocurrencias; la séptima, las artimañas de las mujeres contra los hombres; la octava, las bromas y chanzas de todo tipo, y la novena, finalmente, las acciones dignas de alabanzas por su liberalidad y magnificencia. La inspiración es, pues,  muy diversa. Aunque no siempre es original, tiene el mérito de enraizar con la realidad de la época. Se trata de un verdadero fresco social, de Boccaccio pinta con gran realismo. Toda una filosofía, un arte de vivir  se desprenden de este conjunto.    

Pierre Brunel, Profesor de la Sorbona, Robert Jouanny, Profesor de la U. de París-Val-de-Marn y Robert Horville, Profesor de la U. de Lille III Editorial EVEREST S.A. España.

El Fortín del Estrecho