“Tengo 72 años. El jipi japa me encanta, este no es un mero mero, que es más grande, es fino casi como un genero, lo puedes meter en una maleta.
Comencé a usarlo hace 20 años, en Ecuador y cabía enrollado en un anillo.
-¿Y por qué no compró una casita en Punta Arenas o Río Verde cerca de Tomás Daskam?
-La verdad es que conocí Punta Arenas con las campañas electorales. Las tres últimas de Allende. Volamos en los antiguos DC-3, en otra lo hicimos en barco, luego en los primeros Caravelle. El Chicho (Sr. Allende) apostaba a ganador en la zona donde hasta los momios eran socialistas.
-¿Es cierto que a Allende lo intranquilizaban los vuelos?
– Bueno, nos servían unos traguitos y el susto se pasaba
¿Qué más?
-Como candidato sabía que era zona brava, y los hechos demostraron en 1985 y en enero de este año, que los magallánicos no se andan con pequeñas.
Ignoro como estará ahora la ciudad pero me acuerdo del hotel Ritz y del Savoy; luego vinieron unos más modernos. Allende visitó cada rincón de la zona lo cual significaba harto trajín tomando en cuenta que era candidato por Chiloé, Aysén y Magallanes a la vez.
EL TIEMPO PASA Y NOS VAMOS PONIENDO VIEJOS….
Guayo reside entre Viena y Las Cruces:
“Mi hijo que es camarógrafo y reside allá, me pasó el dato de esa casa; la adquirí al leer un aviso de venta, hace siete u ocho años. Se arreglo para llenarla de muebles y el terremoto hizo lo suyo porque era una mezcla de construcción moderna con antigua.
Mi mujer es poeta cubana, residía en Europa desde que salio con sus padres bien jovencita y hemos ido a Cuba de vez en cuando.
-Cuéntenos sobre este libro que deja tan mojado a Borges. ¿Por qué busca el escándalo?
Yo no lo busco
Pero lo consiguió con creces con la bibliografía sentimental de Allende.
Bueno con este libro la sola portada es llamativa
Mucha gente se espantó y le aseguró que no pasaron de la portada porque los ahuyentó la tapa que puede conspirar contra el libro, esa gente la quiere como libro de familia, en el centro de mesa. La tapa es seria porque cuando estuve frente a la tumba de Borges recordé que Sartre había orinado sobre la de Chateaubriand en la isla Re frente a Saint Malo en la Bretaña. Le aseguro que Sartre iba pasando y se le ocurrió ahí mismo hacer esta acción, no algo premeditado.
En el caso mío. Me pareció lamentable que un escritor ciego, algo cojo, viejo, autor de obras maestras haya aceptado ser condecorado por el rector militar de una universidad chilena.
Mataron y torturaron mientras el estaba ahí. Que en su país fuese conservador militarista, bueno, es su país pero haberse movilizado a Chile. Parte de mi ceremonia de orinar es un castigo al haber por su acto.
El libro “La cuestión de los módulos” es una recopilación de charlas sobre diferentes materias, invitaciones varias veces en lugares donde la gente paga con el fin de ser invitados. Yo me pelaba a menudo para que no me invitaran.
Hay escritores que incluyen en sus Curriculum Vitae si alguna vez hablaron en un Instituto Cervantes como el de Munich por ejemplo. Cuando me invitan a hablar de literatura me sobreviene una gran angustia porque para mí, un escritor que hable sobre literatura no es más que una persona comun y corriente.
Para evadir esta situación cada vez que me han invitado, hago una pirueta literaria, inventaba una historia que involucraba la gente, nada de contar cuentos, pero sin payasadas de por medio; me preparaba mas que la cresta.
En una oportunidad me invitaron en Viena para hablar de la nueva narrativa chilena y yo no tenia idea. Como me invitaron con mucha anticipación encargué todos los libros a Chile. Recibí como cinco paquetes con toda la creación de lo publicado después del golpe. Bueno, malo, no importaba. Estuve meses preparando la conferencia pero cuando estaba todo listo, me di cuenta que no llegaba a ninguna parte, de manera que metí el tema en Internet para generar un debate que dio la materia prima para la conferencia. Pero se me borra el texto y no puedo dar la conferencia y al final la doy igual con una apreciación, personal. Es lo que aporta la parte lúdica y onírica pero da más trabajo que una lata sobre la narrativa.
No reconoce que en la época de la JJCC, muchas mujeres caían seducidas por él, en cambio, señala que Gladys Marin era más militante, era soberbia y parecía una iglesia.
La conocí cuando era estudiante de la escuela normal, de calcetines ligada a las JJCC arribaba al pasaje Capri cerca de los cines Nilo y Mayo donde funcionaba un localcito del PC. Ella nunca me sedujo aun cuando era muy atractiva pero siempre entaquillada, con un desplante de dirigente político desde chica.
Yo tuve algunas llamadas de atención del Comité Central por mis salidas de madre, pero cositas chicas.
Sobre el actual PC opina
“Fue una parte de mi vida, militante muy decidido y dedicado, no soy de aquellos amigos que acusan ahora que fueron engañados, que no sabían lo que pasaba, puras chivas- Fui parte de la juventud, viví el tiempo cuando pasó de todo y era muy rico porque la JJCC chilena tenia unos valores muy interesantes; muy solidario en lo interno, mucha sensibilidad, si uno tenia un problema, apelaba al partido. Y eso era tanto para personas como para sindicatos como del salitre, del carbón…El escuchar al compañero y darle apoyo, si tú te enfermabas había una red solidaria que partía desde una enfermera militante que te ponía en contacto con médicos comunistas y lugares afines. Los amigos médicos del partido te trataban con los servicios necesarios.
Hoy hay muy poco en Chile que es una sombra de lo que fue el antiguo partido; una especie de caricatura con la cual no estoy ni ahí. Defino al PC actual como una pequeña réplica, los efectos colaterales del gran sismo hablando en términos telúricos. Se han olvidado de la palabra solidaridad, están pegados…
Cuando cayó la URSS para mi fue claro que el PC tal cual no tenia razón de ser, pero lo fui hasta el final; ignoro si me han expulsado o no.
¿Por que eligió Austria?
Por pega. Había un centro de Naciones Unidas y me dedique a traductor.
La cuestión de los módulos es un libro de transición, son algunas conferencias que di durante diez años, espaciadas. Estoy escribiendo una novela sobre un tema secreto ante el cual La cuestión es un libro menor que puede ser mayor.
Le puse módulos porque un amigo de la Universidad de Viena me llama un día y me inspiró la palabra.
¿Siendo tan “copuchenta” la Bibliografía sentimental de Salvador Allende” no ha tenido ediciones fuera del país?
Las razones que me han dado en España son una pregunta: ¿en Chile pagan las traducciones? En Francia y USA y otros países pagan las traducciones que constituye una de las partes más caras de un libro, estamos hablando de 30 mil euros, o sea unos 18 millones de pesos, una fortuna. Olvídate.
Mi Libro sobre Allende es fuente ineludible para cualquiera que escriba sobre Allende, no importa lo que opine sobre la obra. La novela que escribió Margarita Espuña sobre Beatriz, su hija, sin mi libro no se como se podría haber escrito. Sólo contó con el apoyo de Gonzalo Meza, su nieto fallecido y cero aporte de la Fundación.
¿Por qué tanto suicidio en la familia Allende?
Cada uno actuó por razones diferentes, la hija por depresión, Allende porque estaba rodeado por militares, Laura por su cáncer y a Gonzalo Meza no lo conocí pero creo que debe de haber sufrido muchísimo. Y te digo que si hubiese estado en Chile habría asistido al funeral de Gonzalo.
Sobre la biografía de Prats señala que es un tema sobreseído, que justifica el encargo que le dio Volodia Teitelboim de escribirlo, por las circunstancias y que constituye un capítulo pasado del cual no se arrepiente.
Nota de la Dirección: En relación a la ultima respuesta del entrevistado deseamos dejar en antecedente que sobre la muerte del presidente Allende: existen fundamentos que se están comentando e “investigando” y al parecer aclararían que no se suicidó. Lo mismo que en el caso del presidente Frei (padre) no murió a causa de su hernia al hiato…, y al general Bonilla “¿se le descompuso el helicóptero?”, y tantos otros que no se fugaron y otros centenares, que no desaparecieron por arte de magia…, y que al final aparecieron en los inventarios como “televisores”. La cuenta en conciencia, aún no está saldada.
Una cosa es perdonar y otra muy distinta es olvidar.
La justicia tiene la última palabra y en su honorabilidad se basa el cimiento de la moral de la patria.
La estrofa que dice “los valientes soldados”; nadie dice que en el 79’ no fueron valientes, los solados que fueron puro pueblo…
A los ofendidos de hoy, esa estrofa les humilla. Ser puede volver a entonar pero hay que merecerlo para sentirlo.
Si la valentía se demuestra el pueblo la canta…
Si en este asunto se habla de perdón, quiere decir que hubo ofensa. No olvidemos que el perdón es un acto de misericordia del ofendido…
Los “inversores” entregan informes tachados, y muchos de estos en tintas “truchas” y se lavan las manos… Y los testa di ferro criollos, hacen mutis por el foro…
Por Andre Jouffé Louis