Ahora se puede decir con más fuerza esos árboles son mis amigos. Cuando leas esto no dejarás pasar la oportunidad de besar y abrazar un árbol. Especialistas japoneses han llegado a la conclusión científica que caminar por un bosque aumenta los niveles de células naturales asesinas que nos defienden de los virus invasores. Esto es debido a que los arboles liberan químicos aéreos llamados fitoncidos que no solo protegen su follaje contra los microbios, sino que también estimula sus propios sistemas de inmunidad.

El Fortín del Estrecho