Nació en Colchagua, hijo de don Manuel Barros y doña Concepción Grez. Estudió en el Instituto Nacional y Luego en la U. de Chile donde recibió el título de ingeniero en 1850 con su memoria “El modo de estudiar la naturaleza, la que fue publicada  en la Memoria Anual de la Universidad de Chile.
Siguiendo su inquietud por las letras y las ciencias dedicó en 1850 una biografía a Augusto Charme; y se incorporó en el año 1860 a la Facultad de Matemáticas de la Universidad.
Jamás descuidó el estudio y preocupación por su profesión y en 1862 publicó sus Procedimientos para copiar planos y tres años después en 1865 publica Repartición de Aguas.
Fue un fabulista extraordinario, él no copió a los grandes, sino que supo ser original. En 1864 La Universidad de Chile publicó la colección de Fábulas originales.
Su original prosa y sus múltiples escritos en diarios y revistas le permitieron ingresar a la Academia de Bellas Letras. Escribió comedias y novelas, entre las últimas destaca su extensa “El Huérfano” que editó en seis volúmenes y que fuera de ser costumbrista, es un extenso repertorio de dichos y refranes populares. Otras de sus destacadas novelas son “Cuentos para niños grandes” y “Las aventuras del maravilloso perro Cuatro Remos”. Entre sus comedias sobresalen las de corte político como “Pipiolos y Pelucones” y “La Academia Literaria” publicada en “Los Tiempos de Talca en el año 1889.
La crítica aceptó, reprobó y polemizó en torno a su comedia “La Dictadura de O’Higgins”, pero su nombre se impuso sobre todos los demás como el escritor más leído de su época.
Pero siempre volvía a sus orígenes, en 1884 publicó “Tratado de topografía y excepciones de la Naturaleza”, aceptado como texto especial por la Universidad de Chile. Ese mismo año pública en “La Lectura” y en la revista “Arte y Letras” parte de sus valioso “Diccionario Enciclopédico Etimológico”, cuya mayor parte quedó inédito e inconcluso.
Ingeniero distinguido, su fama de experto en aguas pasó las fronteras de Chile y el Gobierno de Ecuador lo contrató en 1885 para dotar de agua potable la ciudad de Guayaquil. Conseguido su objetivo regresó a Chile y a su Talca de siempre, su hogar, de donde continuó escribiendo para los diarios y revistas del país.
En 1886 participó en el concurso el Ateneo de Lima con trabajo titulado “El ensayo de una comedia”, obtuvo el segundo lugar entre el centenar de participantes.
Su numerosa producción de fabulas le valieron en 1888 la publicación de un segundo tomo de “Fábulas originales”.
Radicado siempre en Talca, en sus últimos años colaboraba con la prensa local, especialmente en el diario “Los tiempos”, lo hizo hasta los últimos días de su vida. Dejó de existir en el año 1904.     

Resumen del Director

El Fortín del Estrecho