De acuerdo a los múltiples comunicados de prensa emitidos en diversos medios de comunicación Regional, donde se destaca las bondades del hidrógeno verde (H2), en el cual los actores involucrados lo presentan como una energía renovable, siendo que no lo es, ya que se trata de un producto que se obtiene con energías renovables (eólicas y fotovoltaicas), pero a partir del agua, en medio de una campaña que anuncia protección del recurso hídrico, lo que es absolutamente contradictorio con esta apología oficial al “hidrógeno verde”. Pareciera como si parte de los atributos de este elemento es encandilar a sus promotores hasta el punto de que no puedan ver sus impactos y consecuencias, manteniéndolos ocultos a toda la sociedad, y permitiéndoles ver solo los intereses económicos.
El hidrógeno no se encuentra aislado en la naturaleza, hay que producirlo mediante la electrolisis, lo que supone una gran cantidad de electricidad y agua. En la actualidad, el 99% del hidrógeno usado como combustible se produce a partir de fuentes no renovables, en tanto menos del 0,1% se produce a través de la electrolisis del agua, según la agencia internacional de energía.
Según la empresa
Oilprice señala:
Que, el proceso de purificación del agua natural a destilada, por su parte es bastante derrochador. Según la misma fuente, los sistemas de tratamiento de agua suelen requerir unas dos toneladas de agua para producir una tonelada de agua purificada. En otras palabras, una tonelada de hidrógeno verde necesita 18 toneladas de agua, teniendo en cuenta las pérdidas, la proporción es más cercana a las 20 toneladas de agua por cada tonelada de hidrógeno producido. En cuanto al costo de la electricidad, destilar un litro de agua requiere 2,58 megajoules de energía, lo que se traduce en 0,717 Kwh en promedio. Otro inconveniente que no se debe soslayar, es poner atención a la seguridad, el hidrógeno es un elemento muy volátil e inflamable, por lo que requiere unos requisitos de seguridad elevados para evitar fugas y explosiones.
Se nos dice que en Chile se pueden producir 200 millones de toneladas de hidrógeno verde, lo que equivale al consumo de 4.000.000.000 toneladas de agua por año, alrededor del triple de la actual producción mundial de hidrógeno (Marrón, Gris, Negro, Azul, y Morado). Este potencial que nos quieren hacer creer que poseemos, se encadena con la agenda de reactivación extractiva Pos Pandemia que el gobierno tenía planificada paradojalmente antes de esta. Pero la realidad es que en especial Alemania y otros países europeos, tienen urgencias de resolver sus problemas de emisiones de gases de efecto invernadero, a costa de devastar otros territorios y como en la mayoría de los casos siempre hemos dejado que esto ocurra, en este caso Chile. Para hacernos una idea, la mayor planta de hidrógeno en funcionamiento se encuentra en Quebec y produce 9 toneladas diarias.
Por otro lado, según lo informado por las autoridades, manifiestan que esta estrategia fue el trabajo de colaboración entre las empresas, el mundo académico, la sociedad civil y el sector público, que se habrían desarrollado mesas técnicas y talleres ciudadanos, lo cierto es que los involucrados en su mayoría son parte interesada en el negocio energético y extractivo, y sin haberse realizado jamás una consulta pública al respecto. Por lo tanto esto solo deja en evidencia que toda la inversión estatal en dinero, tiempo y discursos, para posicionar el hidrógeno verde, más que una estrategia de des-carbonización y transición energética, deja de manifiesto una vez más la injerencia de los intereses corporativos transnacionales.
Vista esta realidad, llama poderosamente la atención que su excelencia el Presidente de la República Señor Sebastián Piñera Echeñique, se dirija al país, anunciado escasez hídrica de Arica a Magallanes y al día siguiente esté celebrando la obtención de la primera partícula de hidrógeno verde obtenida en Chile, pero sin mencionar las consecuencias hídricas a futuro.
Por su parte el Señor Ministro de Energía Juan Carlos Jobet, señaló a los medios de comunicación que, “Un electrolizador, una máquina que con un poco de agua y electricidad produce hidrógeno verde”, donde el Señor Ministro disfraza la verdad, por decirlo de una manera amable, ya que minimiza el consumo de agua que se necesita para dicha producción, o de lo contrario habría que preguntarle: ¿Qué entiende él, por un poco de agua? También hace mención al capital humano y técnico que se necesitará para poner en marcha una mega industria como esta, pero existe una gran contradicción en ello ya que la propia compañía HIF, ha estimado para su construcción unos 200 operarios, mientras que la operación de la planta apenas alcanzará a una decena de trabajadores en turnos los siete días de la semana. Finalmente ante este escenario y tomando en cuenta la escasez hídrica a nivel nacional, invito a las autoridades regionales tomen cartas en el asunto y clarifiquen a la sociedad Regional y Nacional los verdaderos alcances de esta mega industria.
Sin otro particular y esperando una favorable acogida, saluda atentamente.