Cada vez que doña Naturaleza nos muestra su poder, o, cuando a consecuencias de nuestros irresponsables descuidos nos vemos enfrentados a dolorosas tragedias, se deja sentir la necesidad de una estructurada organización previsora. Cuando la leche ya está derramada, y todo es un nervioso desorden que deja a la vista ese subdesarrollo “tan nuestro”.
Y éstas situaciones, se repiten, y se vuelven a repetir; y si consideramos lo que dice la experiencia, subdesarrolladamente, se seguirán repitiendo al deducir por el comportamiento (desempeño de los sistemas) e instituciones responsables de prever. (Falta de fondos…, dicen)
(Estos dramas serían inmensamente mayor, si la civilidad, los ciudadanos, los civiles voluntarios llámense Bomberos, Cruz Roja, Damas de Rojo, Damas de Gris, Damas de Verde, Jóvenes idealistas, y los Buenos vecinos; no tuvieran ese don de ser nobles). Hacemos este paréntesis para referimos a los que hacen en conciencia el bien del deber…, (recalcando) sin mediar pecunia de origen fiscal.
Considerando también que el particular que de sus fondos financia mano de obra para ayudar, cumple honorablemente con el propósito de la nobleza. Son pocos, muchos menos que los énfasis de los discursos.
Pero, considerando también, que muchos nos hacemos los “cuchos”, sacamos las castañas con la mano del gato; y si se puede, no está de más agarrar “algo” de esa bondad… humana, que no es del cielo de donde viene… lo que a veces “se detiene” antes de llegar a destino.
Sin embargo, a los que notamos su ausencia, en esta salida de río, fue a la presencia voluntaria organizada de la Defensa Civil de Chile, con sus cascos blancos y su disciplinada formación.
A este tema dedicamos las siguientes líneas, y nos preguntamos, ¿por qué ésta fuerza ciudadana organizada que fuera tan útil y prestigiosa se ha ido diluyendo tan notoriamente, hasta por lo visto, desaparecer del organigrama de las necesarias organizaciones ciudadanas, desde durante y después del periodo de los militares en el poder… Y…, el sistema democrático, más preocupado esencialmente de embudar a los ciudadanos con el fin de “enriquecer la caza”, han dejado de lado mezquinamente la verdadera razón de muchos de sus deberes, como lo vemos en este ejemplo.
No tenemos respuestas, pero nos atrevemos a suponer, teniendo como base tanto lodo acumulado, que para más de alguien, ésta organización en cuestión “no es negocio”.
Sin embargo, bien podría reconsiderarse su reorganización, incluso con conscripción objetora de conciencia, ya por razones religiosas, políticas, voluntarios de la reserva, muchachos que deseen abonar tiempo al servicio militar para no interrumpir estudios, o quienes tengan que cumplir órdenes judiciales con servicio a la comunidad.
Todo, respetándoseles los beneficios de la conscripción en servicio activo, con los respectivos seguros de vida e incluso las imposiciones previsionales del salario mínimo.
Es cierto…, por favor, no me lo diga: esto es un sueño loco.
Pero la idea es generar participación ciudadana organizada.
La idea, es generar la cultura cívica en sistemas de defensa…, ante eventuales acontecimientos…
Uno, nunca sabe cuando se volverá a desbordar éste u “otros ríos…”.
También, Dios no lo quiera, los hay de sangre.
Antonio S. Deza González