Digamos que pensar, es la más grande de las responsabilidades humanas. Quienes no hacen justo uso de ese don, son los nobles animales, según decimos los humanos, pero a veces, ellos dan más que pensar.
Si en la elección recién pasada usted recibió algún “aporte extra” como un billetito, un confite, una olla”, un aporte para el club, una oferta de contrato, o una promesa de escritorio por hacer uso de “su decisión de libre conciencia”, usted no merece ser ciudadano, usted es un desleal, un antipatriota, un cobarde, un inconciente; por más necesitado que haya estado… no tiene derecho a vender la libertad que nos pertenece a todos.
No sabemos si esta “figurita” de la corrupción es peor, pero ofrecer un pago a cambio del voto para integrar el Concejo Regional… o lanzar calumnias en relación al tema, por envidias u odios politiqueros usando la fuerza de los medios, podríamos decir con certeza que está aumentando el consumo de plátanos…
La conducta social es en consecuencia la suma de todas las fuerzas, presiones e influencias que interactúan en la formación individual del ciudadano… Esto, de acuerdo con la calidad del cimiento moral de la sociedad toda… Esto, lo sabemos, pero el pero y los peros es el gran problema.
Visto con este cristal, un mal ejemplo, es una excelente lección de cómo alterar con probado éxito el orden social… Eso, ya lo estamos logrando, lo estamos viviendo, lo estamos sufriendo.
La inconciencia del sistema y el desinterés de los controladores del sistema es cosa viva, y transita con luz verde por las venas, circunvalando siempre en bajada, aferrada al mismo eje de hipocresía patriotera, al mismo eje…, de esa desagradable figuración mediática, al mismo eje de esa viciosa “circularidad” de esa politiquería que predica sin lavarse las manos esas falsas convicciones, comúnmente especulando, tirando siempre al bolsillo propio. (Así se les ve).
Sobre ese eje… es al que se aferra la perfecta ineficiencia vestida de elegante burocratización de la que “ellos” viven y hacen gala: “-Somos ejemplo para otros países-, dicen;” (y los gringos se cagan de la risa y los vecinos nos miran con desprecio), mientras el hombre común, ese que paga la mitad de su salario en una mensualidad universitaria, el que pone el hombro, y a estas alturas ya no sólo pone el hombro… tiene que soportar la indolencia de los abusos legales e ilegales que hacen agonizar la verdad asesinada a la vista y a la tolerancia del sistema, hasta provocar la apatía en el alma de ese hombre común…, esa apatía que aunque muchos no lo crean resulta un muy buen negocio para los mismos de siempre…, aquellos expertos en verdades simuladas, en sistemas binominales y en el arreo y acarreo de “carneros mendrugueros”.
La incomunicabilidad planificada, estructurada, dirigida, hasta la plastificación de las conciencias, es un hecho que late en el subsuelo de este sistema “vergonzoso”, que funciona sólo “para bien gobernar”, “para arregla dietas”, viajes y demáses, (lanzar mendrugos), hacer bisagras ante las transnacionales y vender los bienes del Estado a cualquier precio pa’tapar sus hoyos.
Y esto no es actual, lamentablemente, tristemente, vergonzosamente es la esencia de la realidad histórica de esas sociedades “humanas” cobardes, mezquinas, dueñas de ese natural e irresponsable desprecio por los bienes naturales… y de todo aquello que no les pertenece. Llegaremos a los 200 años de (“libertad dicen”) y a esos aún les late en los genes la conciencia destructora irresponsable del colonizador, XX esa conciencia, la misma que en muchos hace gala, ya que sin siquiera tener tierra en la suela de sus zapatos se sienten herederos… y nuevamente se autocolonizan, y son ellos los que más hablan de libertad… ¡Alo! ¡Ola! ¡Olée! ¿Latino vaca? ¡Okey! ¿Cabeza negra?
La falta de conciencia ciudadana nos está arrastrando a esta desgraciada situación que nos aleja de la sustancia democrática, y que lamentablemente muchos esperan que esa situación surta sus efectos, para pescar en el río revuelto.
¡Magallánicos! ¡Aún nos quedan materias primas! Nuestros descendientes verán luego cómo se las arreglan…, total la sangre también tiene precio.
Sin una real y honrada participación del hombre común, no es posible formar una nación libre… Y menos, una región autónoma.
TODO POR LA AUTONOMÍA POLÍTICA Y ECONÓMICA DE MAGALLANES
Antonio S. Deza González, Director