Miércoles 5 de Enero, 11, 30 AM., gran demostración de fuerza de más de veinte mil almas que se expresaron contra la disposición que dicta el alza del precio del gas. A las 19 horas del mismo día la presencia multitudinaria de manifestantes se expresó nuevamente. (Llamó la atención la disciplina cívica de los participantes…, ni una sola piedrecilla rebotó contra ninguno de los “ventanales”). El domingo 9 de enero se repletó multitudinariamente la recién inaugurada costanera y al cierre de esta edición se anunciaban más manifestaciones…
¿Qué podemos agregar?
¡Así nos gusta Magallanes!
La unidad ciudadana es la base del poder.
Hace más de 40 años se sabía que el gas no duraría más de 50 inviernos, (en ese tiempo ya era comentario vox populi). Hoy, llama la atención de que a pesar de tener conocimiento de ese importante detalle, las autoridades de la época hayan decidido montar esa empresa exportadora de metanol, y es más, llama la atención que hayan decidido ampliar la planta…, y nadie dijo nada. Total, decían que el gas usado en el proceso era argentino…, eso decían.
Sin embargo no debiera llamar la atención que cuando los intereses tocan determinadas pieles, las voces y sus ecos movilizan a las masas, y lo logran. Ahí, se convoca a la unidad regional, y la unidad florece. Pero, frente a otros problemas, estos, se envuelven en silencios cómplices.
Como paño frío diremos: Solamente nos queda gas para 10 años…, esa es la realidad?
La pregunta del millón es.., ¿qué haremos? Más bien ¿qué harán las futuras generaciones? ¿Qué les heredaremos? Y la otra pregunta del millón: ¿Qué harán con las utilidades del sobre precio? No olvidemos que ya tenemos el ejemplo del agua potable…, y la depredación del mar por las transnacionales, entre otros tristes ejemplos. Hechos reales, que muy pocos ciudadanos se atreven a denunciar…
Esa misma fuerza demostrada por la ciudadanía en esta ocasión, debe servir de patrón guía para ser usado frente a otros problemas generados a partir de la falta de respeto e incomprensión del centralismo para con las zonas extremas. En Magallanes, tenemos otros casos que requieren soluciones urgentes. Y para lograr soluciones, es necesaria la unidad…, sin diferencias de posiciones, ni de corrientes.
El movimiento ciudadano frente al problema del gas, fue una real y magistral demostración de cultura cívica. Lo más importante: el miedo está desapareciendo pero, no basta con exigir que no haya alza, (el pan…, también sube y nadie dice nada).
Junto a la exigencia no se ha escuchado, ni por lideres del movimiento anti-alza, ni por los representantes del gobierno algún planteamiento inteligente.
Plantear que el gas debe subir de precio para que dure más, no es un raciocinio cuerdo de un representante del Estado. Comparar el precio del gas en Magallanes con el valor del mismo en “santiásco” es una burla con raíces de ignorancia. Decir que la farra terminó, es una ordinariez ministerial…, Magallanes no merece esas faltas de respeto…, hacen muy mala mezcla con los históricos abusos centralistas. Ya dijeron bastante, lo que es necesario escuchar ahora es: ¿Cuál es plan para la solución del problema? “Les vamos a dar calentadores”, “les vamos a proporcionar aislamiento térmico”…, le vamos a dar, les vamos a dar, les vamos a dar: dicen, como si fuésemos mendigos.
¿Podríamos instalar en Magallanes una fábrica de placas solares, turbinas horizontales accionadas por la fuerza del Estrecho? ¿Qué los impuestos que genera la región se invertirán en la solución del problema? ¿La instalación de una carrera universitaria para preparar ingenieros expertos en ese problemilla? (porque, las transnacionales nunca nos van a enseñar con la máxima de Confucio, como dijo la bocera). Lo que sea…, cualquiera, pero la respuesta satisfactoria…, debe ser ahora, antes de los inviernos que se nos vendrán encima. Y con el cambio climático, nadie sabe como vendrá la mano.

TODO POR LA AUTONOMÍA POLÍTICA Y ECONÓMICA DE MAGALLANES

Antonio S. Deza González, Director

El Fortín del Estrecho