Perteneciente a la gran nobleza terrateniente.
Desempeñó un destacado papel político en la historia de Hungría, fue ministro en varias ocasiones. Pero dejó también una importante obra literaria, iniciada bajo el símbolo del romanticismo. En efecto su primera novela 1841 El cartujo, revela la influencia del Werther y de los románticos franceses. Si, en esta obra que proporcionó una gran celebridad, él expresa el desasosiego de una juventud sin metas, en las novelas siguientes alcanza una dimensión más realista. En 1845 El notario del pueblo, describe la crueldad de la sociedad provinciana de su tiempo e ilustra las ideas políticas del autor, que quiere poner remedio a la tiranía de los nobles mediante un poder central. Con la Hungría de 1514, en el año 1847 crea el género de la novela histórica y recuerda a la clase dirigente la sangrienta rebelión de los campesinos de Dòsza.