“Al igual que los humanos”; los perros, cuando andan en jauría (en patota), se atreven a atacar, por eso usted jamás entre en su territorio. Tenga presente que los perros hablan con actitud corporal, de ahí que debe observar sus orejas, cola, rostro y ojos. Tenga como ejemplo: pelos erizados, inmovilidad, mirada fija, cola tiesa y el constante ladrido, significa que está por atacar, está excitado. En el tamaño del hocico del perro radica su peligrosidad, de ahí que el daño tiene relación a la presión del mordisco y su instinto de presa según la raza.
Es importante no demostrarle miedo, si no es su perro no lo toque, guarde silencio, no arranque y jamás nunca debe mirarle a sus ojos, estos actos, el can lo interpreta como una provocación.
Es cierto que es difícil, pero si está siendo atacado en el suelo intente en todo lo posible permanecer inmóvil, si le tiene preso en sus mandíbulas, no tironee.  Como último consejo: No intente escapar, hágalo, solamente si está cierto que logrará la seguridad en el refugio escogido.

DANIELA Navarrete Médico Veterinaria Miembro de Mevepa.

El Fortín del Estrecho