La poesía de de Benjamín Velasco, está señalada por un sentimiento inalterable de evocación y tristeza. Recuerdos de la vida que pasa, de los cielos provincianos, lejana inquietud de viajes y aventuras amorosas.
El poeta se ha detenido un momento a dialogar consigo mismo para entregar su poesía diáfana, expresada siempre en verso armonioso y matizado de suaves imágenes.
A través de toda su obra encontramos un acento de sinceridad; el poeta está satisfecho de cierto equilibrio que va en sus aguas, viajeras como él, en busca de su destino.
Obras: 1910, poemas Voces del alma. 1917, El alma de los sonetos. 1921, poemas Desde el manicomio. 1927, poemas Música lejana. 1927, El cerro San Cristóbal.