Pasó sus primeros años en el castillo de Libowitz, en Silesia, un país que siempre añoró y que a menudo aparece en su obra. Estudió en Halle, Heidelberg y Viena, entrando así en contacto con diversos círculos románticos. En 1813, participó en la guerra contra Napoleón; posteriormente, fue refrendario (dio validez), consejero de regencia y consejero privado en el Ministerio de Cultos, en Berlín, donde entra en contacto con otro círculo romántico. Se ha dicho de este autor, que era “el último caballero del romanticismo alemán”.
Su novela Presentimiento y presente 1815, está en la línea del Wilhelm Meister de Goethe, el protagonista, que es un doble del autor, vive también sus “años de aprendizaje” en un mundo que no es otro que el de aquella Alemania en la hora difícil de las guerras napoleónicas. Este autor escribió también encantadores relatos, el más célebre y mejor de los cuales es: 1926, Escenas de la vida de un holgazán…
“Expulsado del molino paterno, con su violín por todo equipaje, el holgazán” vaga entre paisajes sutilmente descritos. También la delicadeza es la mejor cualidad de las poesías de Eichendorf, de un lirismo tenue y emotivo.