Al llegar a la página postrera
de la tragicomedia de mi vida,
vuelvo mi vista al punto de partida,
con el dolor del que ya nada espera.

¡Cuánta bella ilusión que fue quimera!
¡Cuánta noble ambición desvanecida!
¡Sembrada está la senda recorrida
con las flores de aquella primavera!

En esta hora  fúnebre y sombría,
de severa verdad y desencanto,
de sereno dolor y de agonía,

es mi mayor pesar, es mi quebranto,
no haber amado más, yo que creía,
yo que pensaba haber amado tanto.

GUILLERMO BLEST GANA (1829 – 1905) Chileno

El Fortín del Estrecho