Una de las principales formas de lograr influir sobre el desarrollo de un menor es la crítica. Pero,
tenga cuidado porque si no la realiza con delicadeza, en vez de ayudarle pueden causar en el menor
una gran duda de su propia capacidad. Por eso le recomendamos lea con atención estos ejemplos:

OBJETIVO: Para lograr que el menor entienda.
NO LE DIGA: ¿Cuántas veces tendré que repetírtelo?.
DÍGALE: No te olvides de lo que sucedió, trata que no se repita.

OBJETIVO: Para recordarle la forma correcta en que debe comportarse.
NO LE DIGA: ¡No seas estúpido! ¿No estás viendo que eso no se hace?
DÍGALE: Tomaste una decisión errada, la forma correcta es esta…

OBJETIVO: Para lograr que el menor asuma mayor responsabilidad.
NO LE DIGA: Eres flojo, nunca haces nada, sin que te lo pidan ¿qué esperas para…?
DÍGALE: Cuando te lo propones eres un ayudante fantástico, pero eres mejor cuando decides hacerlo sin que te lo pidan.
OBJETIVO: Para lograr darle ánimo para que desarrolle esa actividad.
NO LE DIGA: Nunca vas a ser tan bueno en eso… como tu hermano… o, tu compañero.
DÍGALE: Yo creo que si vas con más cuidado, y piensas que lo lograrás, con seguridad conseguirás esa meta… Yo sé que tú puedes… inténtalo hasta que resulte…

OBJETIVO: Para ayudarle a aceptar la crítica no como una amenaza.
NO LE DIGA: No lo tomes tan a pecho, lo que quise decirte con todo eso es que…
DÍGALE: Ten siempre presente que si te digo estas cosas es porque estoy convencido de que tú…, puedes hacerlo mucho mejor todavía.

No olvide que su hijo e hija son herederos de su nombre…

El Fortín del Estrecho