Las papas pueden ser un importante alimento básico, pero una dieta equilibrada debe contener asimismo hortalizas y alimentos de cereales integrales

La papa es una buena fuente de calorías y también tiene algunos micronutrientes, así como un gran contenido de proteínas en comparación con otras raíces y tubérculos.
Tiene poca grasa, si bien al prepararlas y servirlas con ingredientes con un gran contenido de grasa aumenta el valor calórico del platillo.
Cocerlas con su cáscara evita que pierdan sus nutrientes.
Son un elemento importante en la alimentación de muchas personas, pero es necesario equilibrar su presencia con otras hortalizas y con alimentos de cereales integrales.
Es necesario seguir investigando la conexión del consumo de papa con la diabetes tipo 2.
La papa es un alimento versátil y tiene un gran contenido de carbohidratos, es popular en todo el mundo y se prepara y sirve en una gran variedad de formas. Recién cosechada, contiene un 80 por ciento de agua y un 20 por ciento de materia seca. Entre el 60 por ciento y el 80 por ciento de esta materia seca es almidón. Respecto a su peso en seco, su contenido de proteína es análogo al de los cereales, y es muy alto en comparación con otras raíces y tubérculos.
Además, tienen poca grasa, tienen abundantes micronutrientes, sobre todo vitamina C: una papa media, de 150 gramos, consumida con su piel, aporta casi la mitad de las necesidades diarias del adulto (100 mg). Contiene una cantidad moderada de hierro, pero el gran contenido de vitamina C fomenta la absorción de este mineral. Además, este tubérculo tiene vitaminas B1, B3 y B6, y otros minerales como potasio, fósforo y magnesio, así como folato, ácido pantoténico y riboflavina. También contiene antioxidantes alimentarios, los cuales pueden contribuir a prevenir enfermedades relacionadas con el envejecimiento, y tiene fibra, cuyo consumo es bueno para la salud.

Efectos de los métodos de preparación de las papas
El valor nutritivo de un alimento que contenga papas depende de los otros alimentos que las acompañan y del método de preparación. Por sí misma, la papa no engorda (y la saciedad que produce su consumo puede en realidad ayudar a las personas a mantener la línea). Sin embargo, su preparación y consumo con ingredientes de gran contenido de grasa aumenta su valor calórico.
Como las personas no pueden digerir el almidón que contienen las papas crudas, se consumen hervidas (con o sin cáscara), al horno o fritas. Cada método de preparación repercute en la composición de la papa en distintas formas, pero todos estos reducen el contenido de fibra y proteínas, que se escurren al agua o el aceite, además de que el calor destruye estos nutrientes o se producen cambios químicos, como la oxidación.
Al hervirlas, que es el método más común de preparación en todo el mundo, se pierde una gran cantidad de vitamina C, sobre todo en las papas peladas. Éstas a la francesa y las hojuelas de papa, freírlas en aceite caliente (de 140ºC a 180ºC) produce una gran absorción de grasa y reduce mucho el contenido de minerales y ácido ascórbico. En general, la preparación al horno causa una pérdida un poco mayor de vitamina C que la cocción en agua, debido a que la temperatura del horno es más elevada, pero en cambio se pierden menos vitaminas y minerales.
Nutrientes de la papa:
(Por 100 g de papa hervida y pelada antes del consumo)
Fuente: Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Base de datos nacional de nutrientes.
La papa en la “transición de la alimentación” en el mundo en desarrollo:
En muchos países en desarrollo, especialmente en las zonas urbanas, el aumento de los ingresos está impulsando una “transición en la alimentación” hacia alimentos con mayor contenido de energía y productos preparados. En el ámbito de esta transición, está aumentando la demanda de la papa. En Sudáfrica, el consumo de papa ha crecido en las zonas urbanas, mientras que en las zonas rurales el maíz sigue siendo el alimento básico. En China, los ingresos más altos y la urbanización han incrementado la demanda de productos industriales de papa. Sin embargo, donde hay otros cultivos básicos para satisfacer las necesidades de energía, la papa no los debería sustituir sin complementar la alimentación, con su contenido de vitaminas y minerales y su gran calidad de proteínas. Las papas pueden ser un importante alimento básico, pero una dieta equilibrada debe contener asimismo hortalizas y alimentos de cereales integrales.
La demanda de papas fritas crece a causa de la tendencia a un mayor consumo de alimentos preparados. El consumo excesivo de estos productos de gran contenido de energía, así como la falta de ejercicio, pueden ser causa de sobrepeso. Por este motivo, los alimentos fritos se deben limitar para evitar el exceso de peso y las enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación, como las cardiopatías y la diabetes. La diabetes tipo 2 es producto de diversos factores y se necesita seguir investigando para determinar si hay conexión entre este tipo de diabetes y el consumo de papa.

ELEMENTOS TÓXICOS DE LA PAPA
La defensa natural de la planta de la papa contra los hongos y los insectos es un gran contenido en las hojas, los tallos y los brotes de un compuesto tóxico denominado glicoalcaloides (por lo general, solanina y chaconina). Los glicoalcaloides están presentes por lo general en pequeñas cantidades en el tubérculo, y la mayor concentración está inmediatamente debajo de la cáscara.
Las papas se deben almacenar en lugares oscuros y frescos para evitar que aumente el contenido de glicoalcaloides. Al estar expuestas a la luz, las papas adquieren un color verde porque aumenta su contenido de clorofila, lo que también indica el aumento del contenido de solanina y chaconina. Dado que la cocción no destruye estas sustancias, es necesario eliminar las partes verdes y pelar las papas antes de cocinarlas.
Las Papas: ayudan a adelgazar, tienen antioxidantes, regulan la tensión arterial y son diuréticas
La Papa, tubérculo de la familia botánica de las Solanáceas igual que el tomate, el pimiento, la berenjena o las bayas goji.
Combínalas con otras frutas y verduras de temporada.

BENEFICIOS DE LA PAPA
Las papas poseen gran contenido en agua, aproximadamente un 80% e hidratos de carbono complejos, además nos aportan vitaminas C y del grupo B, tienen alto contenido de minerales como el potasio y el fósforo, y en menor cantidad otros minerales como el hierro, zinc y selenio. Muchos de estos componentes se pueden perder durante su preparación, por eso la forma más recomendada de cocinar la papa es al vapor.
La papa puede actuar como prebiótico, el alimento de las bacterias que tenemos en el intestino grueso y que son las responsables, en gran medida, de nuestro sistema inmunológico y de nuestro bienestar general. Para que podamos aprovechar la acción prebiótica de este tubérculo debemos prepararla al vapor o cocida con piel, dejarla enfriar unas 6 horas en la nevera o refrigerador (a unos 4 ºC) y posteriormente, cuando vamos a comer la papa, la comemos fría, templada, o calentada a baja temperatura (no más de 130 ºC). Así se produce almidón resistente, que es el alimento de la microbiota intestinal. ¿Qué beneficios nos aporta el almidón resistente de las papas? Además de alimentar a nuestras bacterias, el almidón resistente tiene otros beneficios importantes: hace que la papa sea más saciante, aumenta la quema de grasas y mejora la sensibilidad a la insulina. Por lo tanto, es un alimento excelente para las personas que quieren adelgazar y perder peso.
Por su contenido en vitamina C nos aporta antioxidantes que combaten los radicales libres. El consumo de la papa está indicado especialmente cuando hay problemas hepáticos, estomacales (incluyendo ardor de estómago), cistitis, prostatitis o cálculos renales. Por su alto contenido en potasio son muy beneficiosos para regular los casos de hipertensión. Gracias a su acción diurética, está recomendado su consumo de patata para los casos de gota. La papa nos ayuda a prevenir o reducir los calambres musculares.
Este tubérculo contribuye a aumentar nuestras defensas.
Es ideal durante todas las etapas de la vida, pero son especialmente interesantes para personas con sobrepeso u obesidad que hacen dieta para adelgazar, ya que, tienen pocas calorías, son saciantes, nos aportan fibra y nutrientes.
Para sacar todo el provecho de las papas, mejor cocinarlas al vapor con piel y retirarla cuando la vamos a comer.
Pero además, podemos aprovechas las propiedades de las papas para aplicar de forma externa y preparar remedios caseros para cuestiones como:
Ojeras, ojos cansados o hinchados: simplemente pondremos unas rodajas de patata cruda sobre la zona durante unos minutos.
Tiene efecto analgésico aplicándola sobre las articulaciones en los casos de reumatismo.
Quemaduras y cicatrización de heridas: por su acción emoliente (suavizante) sobre la piel favoreciendo su curación. Simplemente rallamos un poco de papa cruda y lo ponemos en una cataplasma sobre la zona que queremos tratar.
En casos de edemas, por su efecto antiinflamatorio y desinflamante, la papa también es muy efectiva aplicada localmente.
Daños en la piel causados por congelación.
También se aplica en casos de golpes, torceduras o incluso moretones para favorecer su rápida recuperación.
Daños sobre la piel causados por la exposición excesiva al sol (ampollas, quemaduras).
Mejora los casos de acné, aplicando una mascarilla de papa cruda rallada sobre el rostro y dejándola actuar durante 20 minutos. Después se retira con agua tibia.

El Fortín del Estrecho