Primer paso importante:
Está claro que te va a llevar un tiempo, dependiendo de lo que metas dentro de tu mochila, lo que puede inducirte a pensar que cuantas más cosas lleves, mejor; pues eso no se hace. Precisamente por tener que recorrer largas distancias con un exceso de peso en la espalda puedes llegar a tener problemas que malogren tu experiencia. Es importante que pienses que no vas a un desfile de modas, vas a hacer turismo mochilero, por eso tienes que ser muy sensato con la cantidad de ropa que lleves. Infórmate de las temperaturas de los sitios a los que vas a viajar y en base a ello prepara sólo la ropa necesaria. Tal como dice el dicho: ropa de quita y pon, es lo más práctico.
Un pequeño listado de lo
imprescindible
Ropa ligera: pantalones de hilo, faldas, camisetas, bañador, pantalones cortos, ropa interior… Si vas a destinos fríos, se recomienda camisetas térmicas, que calientan y pesan poco, y forros polares de montaña.
Kit de aseo: En poco espacio se puede llevar todo lo necesario para asearse. Lo primero despídete del champú para pelos grasos, anticaída del pelo, cabello quebradizo y a el gel de baño con propiedades relajantes y “demases”, no puedes andar con todo eso en tu mochila: Lleva jabón de glicerina, un clásico conocido por nuestros abuelos con ph 5.5 (neutro) y propiedades higiénicas excelentes, o uno de esos jabones que eliminan bacterias, además con una pastilla tienes y te sobra para todo el viaje.
Una esponja pequeña nunca viene mal y para secarte lleva una toalla de manos de esas pequeñas, te seca bien y no ocupa mucho lugar. No te digo nada sobre peines, desodorantes, cepillo de dientes y esas cosas mínimas para la higiene. Un consejo, elige sólo las cosas que puedan entrar en una pequeña bolsa de aseo. Importante: lleva unas chalas para meterte en la ducha, los hongos siempre buscan nuevos huéspedes. Que no se te olvide el papel higiénico.
Kit de lavandería: Está claro que si llevas poca ropa tienes que lavarla. Para eso basta una barra de jabón común “el jabón gringo”. Funcional y en algunos casos perfumado, ideal para tus necesidades. Lo importante es que logres tener ropa limpia. Y te estás preguntando ¿dónde la seco? Es fácil, lleva una cuerda larga que pese poco para hacer un tendedero, que lo tienes que improvisar sobre la marcha, ya se te ocurrirán buenas ideas.
Kit de alimentación: Depende del presupuesto y del modo en el que vas a viajar. Si piensas comer en restaurantes, sáltate este espacio, si te vas a buscar la vida te recomiendo que lleves un camping gas que puede solucionarte el problema en más de una ocasión. Puedes llevar el aceite en lo posible de oliva chileno) en una botella de plástico pequeña (las de bebidas de 50 cl son ideales) y la sal en un salero o frasco plástico de tapa rosca. El servicio de mesa corre por tu cuenta, aunque una cortaplumas multiusos ayuda a solucionar muchos problemas, ojala que tenga abrelatas y destapador y saca corchos. Botiquín: Si hay algo que se cumple sagradamente en todos los seres humanos es nuestra torpeza. Las caídas, los tropiezos, la diarrea, los cortes, los mareos y el dolor de cabeza pueden aparecer a lo largo del viaje. Por ello es importante que lleves un seguro médico y, además, algunos fármacos para paliar los efectos a corto plazo. Por eso es recomendable llevar lo que contiene un botiquín para emergencias, vendas, esparadrapo, tiritas y, por supuesto, los fármacos especiales que necesitéis. Si vais a sitios donde el sol pega, es conveniente un protector solar. Y es muy importante no olvides llevar condones: el SIDA está en todas partes por lo tanta también sale de viaje…
Para dormir: Lo básico es un saco, un aislante, ojala de goma eva. Si viajas en verano hay unos sacos de 0 grados, que tienen el tamaño de un melón pequeño, son los mejores para este tipo de viajes, si es invierno procúrate un saco térmico.
Aparejos varios: Hay que ser un poco boy scout. Así que algunos objetos no están de más:
– Cuaderno de bitácora, ¿No vas a escribir sobre lo que vas viendo?
– Un buen libro también acompaña durante el viaje.
– Un naipe para apostar quién lava los platos
– Linterna
– Candado para hacérsela difícil a los pillos
– El celular y el cargador
– Cámara fotográfica
– Un mini costurero: aguja e hilos
– Mochila pequeña o bolso de mano para cuando puedas dejar la mochila en custodia.
– Una protección de plástico por si llueve.
¿Ya tienes la mochila lista?
Perfecto, entonces sólo queda una cosa. Subirte a una pesa y después pesa la mochila. Si el peso de la mochila supera el 10% de tu peso, sácale cosas o vuestra espalda pagará las consecuencias. Ejemplo: Si pesas 60 kilos, tu mochila debe pesar 6 kilos o menos.
Con esto vas con todo, al respecto de la documentación y el dinero, no se te ocurra llevarlo en la mochila. Todo eso debe estar siempre en tu banano.
Otro detalle importante es el cuidado que debes tener si haces dedo…, (trata de no andar solo) no olvides, el peligro casi siempre viaja sobre ruedas… Cuando subas con un desconocido llama a tu casa por el sistema de mensajes o el manos libres y cuenta donde y con quién vas. En los controles de carretera bájate y saluda al carabinero para que te vea.
Al ingresar a un parque (como Torres del Paine) informa los días que piensas estar durante tu recorrido.
Escrito por: danogor (Resumen chilenizado)