Ya se está viendo como en algunas Universidades están emergiendo algunos intentos por desarrollar en la tecnología robótica. Es cierto que estas prácticas aún son incipientes y queda bastante camino por recorrer para llegar a ser un foco de producción industrial, pero nadie puede negar que se esté avanzando en un sendero que lleva en dicha dirección. De hecho algunos colegios de Magallanes ya han tenido participación a nivel nacional en esta disciplina tecnológica.
No caben dudas que mucho más allá de lo pintoresco y atractivos que resultan a simple vista la mayoría de estos prototipos; el fondo del asunto es intentar lograr la alternativa perfecta para la automatización de procesos de producción o la realización de tareas que resultan muy peligrosas para los humanos, (o de alto costo para la empresa).
En nuestro país, a simple vista, el único foco de desarrollo de esta tecnología está en las universidades (en Magallanes ha habido experiencias interesantísimas, como es el caso del colegio británico).
En el caso de las universidades la robótica es tema de las carreras de ingeniería eléctrica, mecánica y computación. Dado que periódicamente el lo relacionado con la robótica se desarrollan competencias internacionales los pensadores chilenos se han sentido seducidos por participar, lo que ha despertado el interés en las casas de estudio dando cobertura a estas inquietudes, que en la mayoría de los casos esta disciplina no figura en las mallas curriculares tradicionales.
Y es así como participando en algunos certámenes*, algunos chilenos han viajado por el mundo y poco a poco con la experiencia de la mano ha ido creciendo una que otra competencia nacional.
No es sencillo dar vida a un robot. El comienzo es en base a pruebas de factibilidad en software de simulación, lo que consume meses de dedicación. Terminada esta etapa, empieza la más peluda, conseguir los elementos y partes que muchas veces deben ser importadas, cuando se cuenta con todo lo necesario, recién es posible empezar el trabajo de  construcción.
Don Giancarlo Troni, profesor del Departamento de ingeniería Eléctrica de la U. Católica, manifiesta que en esto de la robótica, en Chile se ha llegado a un punto intermedio, pues en Chile tenemos capital humano para construir robots comerciales: “Sólo falta confianza en la empresa privada…” afirmó.
He aquí uno de los logros sobresalientes de los “macucos chilensis”:  
El Chancho Alemán, (SCHWEINCHEN) creado en el 2005 por Johaness Klett y Vaino Haikala. (PUC) Fue diseñado para desenterrar o detonar minas antipersonales. Funciona con dos motores de 24 volts, se desplaza sobre dos orugas que se surten a través de motores independientes. Logra alcanzar una velocidad de 1,2 metros por segundo y bajo el control de joystick a través de radio frecuencia.   
*EEE y Robocup

Basado en el artículo de Francisco Peralta C. Punto Net

El Fortín del Estrecho