Chile es uno de los pocos países en el mundo que celebra un Te Deum con motivo de su fiesta nacional. En nuestro continente, se realizan celebraciones similares en Argentina y Perú.
El Te Deum es un canto de Acción de Gracias a Dios, y tiene sus orígenes en el siglo IV. Las palabras Te Deum significan “A ti, oh Dios” , y son las primeras palabras de este Cántico de Alabanza. Se celebra tradicionalmente en Chile desde 1818, año en que don José Miguel Carrera pidió a la autoridad eclesiástica de la época que celebrara una Acción de Gracias para conmemorar el primer aniversario de la Junta de Gobierno.
En sus primeros años el Te Deum se celebraba al final de la misa católica romana. Sólo a partir de 1870, a petición del entonces Ministro de Culto, don Miguel Luis Amunategui, este acto se celebro sin Eucaristía.
La década de los setenta es relevante no sólo por el hecho de ser testigos de profundos cambios en lo político, en donde el poder de la nación democráticamente un proyecto político socialista, sino que también en lo religioso en que ideológicamente, diversos líderes evangélicos públicos apoyan al candidato de la Unidad Popular, quien repone en el primer plano la cuestión de las simpatías protestante-evangélicos por proyectos políticos progresistas del tipo socialista.
Es el momento en que el Partido Radical, que representó casi unívocamente desde la década de los años 30 las aspiraciones políticas partidistas de la disidencia religiosa (léase evangélica), deja de ser el único medio de expresión partidista de los evangélicos. Generando esto nuevas alianzas estratégicas entre protestantes evangélicos con instituciones como por ejemplo la masonería y partidos políticos*.
Desde 1970, el Te Deum tiene carácter ecuménico. Ese año entonces el Arzobispo de Santiago don Raúl Silva Henríquez, invitó a obispos y pastores de otras iglesias cristianas a participar con sus oraciones en esta ceremonia, incluyendo a la comunidad judía, accediendo así a una solicitud del entonces Presidente de Chile don Salvador Allende G., quien al sumir el cargo, en noviembre de 1970, pidió a la autoridad eclesiástica que tuviera este carácter.
Los acontecimientos históricos hablan de un Presidente respetuoso de las libertades de conciencia y de religión, que en la práctica se tradujo, por ejemplo, en la transformación del Te Deum católico romano tradicional a un Te Deum de carácter ecuménico celebratorio de la toma del poder político democrático por un nuevo mandatario y de las gestas independentistas históricas, y en la que expresa petición del mencionado a las iglesias cristianas (católica romana, ortodoxa y protestantes evangélicas), para brindar apoyo espiritual y ceremonial a quienes lo requieran de los delegados internacionales que asistieron a la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Comercio (UNTAC III) que se celebró en Santiago.
En el Te Deum Ecuménico de Acción de Gracias por la Patria de 4 de noviembre de 1970, el Cardenal Raúl Silva Henríquez, entre otras referencias, planteó en su Homilía: Textual: Este momento de oración se inscribe así en una antigua tradición religiosa; pero corrobora, al mismo tiempo, inapreciables tradiciones patrias. Tiene un carácter de símbolo y garantía de respeto: el respeto de los gobernantes por todas las formas de fe religiosa; respeto de las iglesias por la legítima autoridad de los gobernantes; es el respeto recíproco entre múltiples confesiones religiosas. Es justo entonces que nos congreguemos para una Acción de gracias, hombres que reciben una tarea de liberación de sus hermanos; Hombres que saben respetar, porque se sienten respetados, no pueden menos que dar gracias, porque todo esto es un privilegio**
Por parte el historiador Dr. Patricio Quiroga en su obra sobre don Salvador Allende, “Te Deum Ecuménico”, expresa “la vocación pluralista de Allende y el Gobierno Popular, el respeto a la tradición y la influencia de la religión en Chile, como así mismo el acercamiento entre dos culturas***”.
El 5 de septiembre de 1970, Salvador Allende ofreció una conferencia de prensa a los corresponsales extranjeros que asistieron a la transmisión del mando presidencial.
Entre los asistentes se encontraba el Padre David Turaldo, Secretario General del Centro de Documentación Juan XXIII, teólogo y escritor italiano, quien señaló que había leído con mucho placer la declaración del Presidente Allende sobre la libertad religiosa que existe en Chile, como también el discurso del Cardenal en ocasión del Te Deum Ecuménico, el cual era un bellísimo gesto litúrgico abierto a la justicia y la paz. Luego hizo votos porque el progreso de todo el pueblo chileno continúe y se profundice.
La respuesta de Salvador Allende, fue la siguiente: “ Yo puedo señalar que uno de los hechos más significativos, más trascendentes, que más impresionó a los visitantes y las misiones que vinieron a la transmisión del mando, fue precisamente el Te Deum Ecuménico realizado en la Catedral chilena”. “Te deum Ecuménico que yo solicité, y lo hice porque sé que la mayoría del pueblo chileno es católico y yo tengo la obligación de respetar su fuero íntimo, así como sé que ellos respetan el mío. Las palabras del señor Cardenal de la Iglesia chilena demuestran como nuestra Iglesia se coloca en la lucha de los hombres frente a los necesitados y los humildes, haciendo realidad el Evangelio de Cristo. Puedo afirmarle, con la actitud de toda una vida y no sólo la mía personal, sino la de los partidos que forman la vanguardia del movimiento popular, que nunca hemos incursionado con un dogmatismo intransigente en el derecho de cada cual de tener la creencia que más avenga con su ser íntimo, y que ésta la mantendremos. Y además, creo que este entendimiento se hará cada vez más profundo, porque las distintas religiones, fundamentalmente la Iglesia chilena en sus documentos, emanados de altas jerarquías, cada vez con más decisión y con más claridad se acerca al respetable pensamiento de Juan El Bueno****.
Desde la perspectiva de un análisis sociológico de la religión y su desarrollo histórico en Chile nos muestra actores religiosos con una marcada postura por la defensa de los valores cristianos conservadores y otros con una visión más liberal y abierta al diálogo con actores sociales más progresistas. Es así como el sociólogo de la religión Dr. Humberto Lagos Schuffenegger***** nos ilustra al respecto de algunas tendencias socioreligiosas que permmean transversalmente a las iglesias cristianas. Por ejemplo: La Alianza liberal protestante; el protestantismo exógeno; el anticatolicismo; la alianza evangélico-masónica; el anticomunismo: la tendencia socialista-democrática; la atomización o dispersión eclesiástica, el discurso especializado y sectorización social y el ecumenismo.
Respecto al ecumenismo, es una tendencia que comienza a desarrollarse desde los años 60 y responde a la apertura católica romana iniciada en el Concilio Vaticano II.
En Chile, se expresa institucionalmente a partir del 4 de agosto de 1973, fecha en que se funda la Fraternidad Ecuménica de Chile, entidad de carácter cristiana que acoge las confesiones católicas apostólica romana, católica apostólica ortodoxa y protestante evangélicas****** y que junto al arzobispo de Santiago, son responsables de coordinar los Te Deum por la patria.
Esta iniciativa de organización intereclesiáslica fue producto del trabajo de, entre otros, por los sacerdotes católicos Santiago Tapia, Humberto Muñoz, Jean Marie Robert y de los pastores evangélicos Augusto Fernández y Samuel Vallette.
El deterioro de la convivencia social en Chile es evidente, previo a las semanas del 11 de septiembre de 1973, encuentra a la iglesia Católica Romana, que reunía alrededor del 80% de los habitantes del país entre sus fieles y a considerables sectores de las iglesias protestantes-evangélicas en actividades de tipo ecuménico que promovían oraciones por la paz en Chile.
El 9 de septiembre de 1973 estas iglesias realizaron una gran rogativa pública para pedir a Dios por Chile en la Plaza de La Constitución. Frente a ello, el Presidente Salvador Allende manifestó su preocupación por el acto al Cardenal Raúl Silva Henríquez, quien le manifestó que se limitó a responderle que tenía un significado puramente religioso*******.
El Cardenal Consideró pertinente suspender el tradicional Te Deum Ecuménico en la Catedral Metropolitana de Santiago, reemplazándolo por una ceremonia ecuménica que se llevó a efecto en la iglesia de la Gratitud Nacional ubicada en calle Cumming con la Alameda.
En su homilía el Cardenal dijo: “Hoy dadas las dolorosas circunstancias que hemos vivido, esta celebración cobra un doble significado: venimos aquí a orar por los caídos, y venimos también y sobre todo, a orar por el porvenir de Chile. Pedimos al Padre de las Misericordias perdone nuestras faltas y las de nuestros hermanos caídos por la patria. Confiamos en su infinita bondad, y esperamos, por la Sangre Redentora de Cristo, que la luz eterna brille sobre nuestros soldados y nuestros civiles que han inmolado sus vidas en la noble, difícil y dolorosa tarea de corregir nuestros yerros y de lograr que la justicia para todos los hijos de una misma patria impere soberana en nuestra tierra trayéndonos el deseado fruto de la paz********.
Es clara la visión que se tiene por parte del jefe de la Iglesia Católica respecto al rol que le tocó jugar a las FF.AA.
Pero los resultados del pronunciamiento militar comienzan a preocupar a la Iglesia Católica que es expresada en la misma homilía por parte del Cardenal de la siguiente manera:
“Hemos preferido el orden al desorden, la autoridad a la anarquía, el diálogo a la imposición, la justicia a la violencia, el amor al odio. En toda la autoridad hemos reverenciado la persona y la investidura, acatando sus legítimas decisiones, sin renunciar al derecho –también legítimo- de sentir de otra manera*********”.
El Cardenal, por primera vez y bajo el gobierno de la Junta Militar pone en agenda nacional el problema de las decisiones legítimas de la autoridad, al margen del apoyo que brinda a quienes sacrificaron sus vidas para “brindar a Chile” “la verdadera Libertad”, “impidiendo” que poderes extranjeros nos hagan olvidar lo que es nuestro**********”.
Por otra parte, el Cardenal Silva continuó la celebración anual del Te Deum Ecuménico, argumentando que esa fiesta religiosa pertenecía a la tradición nacional, como acto protocolar recordatorio de la Independencia Nacional de 18 de septiembre de 1810, no constituiría en la perspectiva del arzobispo de Santiago un acto de legitimación el poder arbitrario ni una aprobación de sus prácticas represivas, por su calidad de “tradicional y protocolar”.
Otro momento álgido fue el llamado a plebiscito por parte del General Pinochet para el 11 de septiembre de 1980. Ante terminante fecha la Conferencia Episcopal de Chile, expresó el 23 de agosto de 1980 una declaración que centraba su preocupación en la legitimidad del gobierno de turno y que éste tendría intenciones de prolongarse indefinidamente en el poder.
Luego el plebiscito, el General Pinochet envió un emisario para solicitar al Cardenal la realización de un Te Deum Ecuménico para el 11 de marzo de 1981, fecha en la cual, de acuerdo a la “nueva constitución política”, él asumiría constitucionalmente como Presidente de la República de Chile, lo que el Cardenal aceptó.
Respecto a lo anterior, el Obispo Enrique Alvear pone de manifiesto la gravedad de la decisión del Cardenal, expresando textualmente: “Este Te Deum ha sido una decisión del Obispo, en este caso del señor Cardenal. Ha sido una decisión muy penosa para él. El ha pensado en el pro y en los contra y ha juzgado más conveniente, más prudente, hacerlo, sabiendo que esto le traerá conflictos al interior de la Iglesia…
En casos tan graves le corresponderá al Pastor de la Iglesia tomar la decisión”, declaró Enrique Alvear al periódico Solidaridad marzo 1981.
El domingo 12 de marzo del 2007 se realizó una Solemne Oración Ecuménica por Chile y por el nuevo gobierno de la Dra. Michelle Bachelet, en la Catedral Metropolitana de Santiago, y en donde la Fraternidad Ecuménica de Chile concelebró junto al arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz la oración Ecuménica por Chile y su nuevo Gobierno, con ocasión de la instalación de la cuarta administración de la Concertación, fue el escenario escogido por el cardenal Francisco Javier Errázuriz para fijar lo que la Iglesia católica y otros credos esperaban de la administración de la Presidenta Michelle Bachelet.
El penúltimo Te Deum Ecuménico realizado en la Catedral Metropolitana de Santiago, el lunes 18 de septiembre de 2006, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz hizo hincapié en su homilía a temas como la ley LOCE, el aumento del precio del cobre en los mercados internacionales y la paz nacional. Concluyó su homilía deseando a la Presidenta de la república y a todo Chile, y a nombre de los Obispos, Pastores y Ministros que se unen al Tedeum Ecuménico, para que los nobles deseos de servir al país conforme a la Constitución, cuenten con toda la colaboración de quienes la secundan, como también, conforme a la fundación que le es propia, con la colaboración de los partidos y las personas de la oposición. También le deseó que tenga la satisfacción de saber que en este país son millones los chilenos que se acercan a dialogar con su Dios, para aprender de Jesucristo esta manera de construir con confianza y abnegación nuestra convivencia, y para orar por nuestros gobernantes.
En suma, el establecimiento de los Te Deum Ecuménicos en Chile responde a una vocación de nación, unidad, fraternidad y de igualdad religiosa, quienes tienen no sólo el derecho sino que también la responsabilidad social de interceder por las autoridades políticas del país.
Esto en un contexto interpretativo de carácter socio-religioso y simbólico, está en condiciones de decidir que la constitución de los Te Deum Ecuménicos en Chile, responden a una necesidad de los actores sociales y políticos del país que necesitan de una legitimación de carácter religiosa simbólica, la cual en nuestro contexto nacional es impartida por la figura del Arzobispo de Santiago y la Fraternidad Ecuménica de Chile.
NOTA de la Dirección:
No contamos con los antecedentes del último Te Deum Ecuménico del año 2010.
*David Muñoz Condell: La alianza Estratégica entre Francmasones, Protestantes y Liberales en el Primer Centenario 1810-1930.
Rev. OCIDENTE N° 390 año 2006.
**Un Mundo más Solidario Homilía del 4 de Nov. 1970.
***Obras Escogidas 1933-1948 SANTIAGO Chile 1988. Vol. 1IEC-LAR
****Libertad Religiosa Conferencia de Prensa En el Umbral del Siglo XXI S. Allende.
*****Humberto Lagos Schuffenegger: Crisis de la Esperanza : Religión y autoritarismo en Chile. Editado Presor –Lar Stgo Chile ******David Muñoz Condell: Experiencias, Desarrollos y Perspectivas del Ecumenismo en el Ámbito Local: El caso de la Fraternidad Ecuménica de Chile. Documento; Escuela de Investigaciones Policiales de Chile 1981.
******* El ecumenismo en Chile. Revista de Teología y Vida. Facultad de Teología U, Católica Chile 1981.
******** Amamos la Libertad: Homilía del Cardenal el 18 de septiembre de 1973.
******** Amamos la Libertad: Homilía del Cardenal el 18 de septiembre de 1973.
********* Amamos la Libertad: Homilía del Cardenal el 18 de septiembre de 1973.
**********Amamos la Libertad: Homilía del Cardenal el 18 de septiembre de 1973.
DAVID MUÑOZ CONDELL, Cientísta Social y Doctor en el Estudio de las Sociedades Latino Americanas.