Honor: del latín honor: Sentimiento de nuestra dignidad moral. Virtud, probidad: hombre de honor, reputación intachable: El honor de un hombre.
Honorable: del latín: Honora bilis: Digno de ser honrado. Se le honra al hombre que su proceder es recto e íntegro.
Las declaraciones del actual Comandante en Jefe del Ejército de Chile, hechas en un medio televisivo coloca al pensante común en la disyuntiva de no dar crédito a lo escuchado de quien sólo debiera verter lo justo.
“Se le rendirán los honores de acuerdo al grado de Ex-Comandante en Jefe del Ejército”.
¿Pese a todo? ¿Cabe preguntarse? ¿Pese a todo?… ¿El ciudadano común tiene derecho a una explicación? Ya que esto suena así como: “Dada la intachable conducta anterior a la ocurrencia de todos los delitos denunciados, cometidos, comprobados y demostrados, o con fundadas sospechas, sin condenas, se le concede el derecho a la inocencia sin fianza, por tanto, se le rinden los honores, como si nada hubiera pasado.
¿Y que queda para los hombres de honor? ¿Quedan ellos a la misma altura? ¿Qué queda para los hombres de bien? ¿Y que queda para el simple y humilde hombre de trabajo, y para esos empresarios que se sacan la cresta mes a mes para pagar esos impuestos que aportan para financiar esas estrellas?
(No hay que olvidar que el pan que consume el limosnero paga impuesto para financiar los vicios administrativos de las elites).
¿Dónde está en este caso ese limpio espejo patrón de impecable luna en el que el pueblo debe mirarse para seguir los ejemplos de honorabilidad, valentía, probidad, rectitud… y todos esos etcéteras con que rellenan esos salivosos discursos?
¿Qué queda para el común ladronzuelo, que aspira a formar su propia banda? ¿Qué ejemplo queda para el microtraficante, que sueña con una perla cultivada para adornar su corbata? ¿Qué queda para el muchachín que no hizo sus tareas?, “total qué saco con estudiar tanto”. ¿Cuál es el ejemplo de honorabilidad que está quedando para el soldado raso y esos suboficiales que de pura vergüenza aprietan los labios por no tener una respuesta cuando se les increpa en el seno familiar? ¿Cuál es el buen ejemplo para los oficiales jóvenes? (¿La impunidad?) ¿Y qué ejemplo queda para el obrero que es despedido sin desahucio por una simple falta? ¿Qué queda para el cesante que roba pa’comer?
Muchas veces, frente a estas pachorradas de poder trasnochado brotan esos sentimientos de rebeldía que gracias a Dios, sólo la esperanza de lograr algún día una democracia limpia y honrada tiene encadenada el alma honesta del ciudadano común. No permitas Señor que esas benditas cadenas se rompan.
Sí, él, merece honores. Sí, merece todos los honores que puedan rendirle sus cómplices…, y merece sin ninguna duda, todos los honores de aquellos, los que se aprovecharon de esas circunstancias para hacer y deshacer de la patria en beneficio propio…Es seguro que muchos de esos rostros estarán ausentes, ellos han cambiado su tegumento.
Y también ríndale honores a los inocentes y bien intencionados crédulos… por favor, ríndasele honores, están en su derecho. Pero al resto de los chilenos permítaseles por una vez al menos, sentir esas vergüenzas en silencio.
Pese a todo: Que Dios lo juzgue y lo perdone si es su voluntad; pero, para ejemplo de las generaciones que vienen y la memoria histórica: La Patria, lo demande…

TODO POR LA AUTONOMÍA POLÍTICA Y ECONÓMICA DE MAGALLANES.

Antonio S. Deza González, Director

El Fortín del Estrecho