Cuando diariamente nos acomodamos frente a la caja idiota para imponernos del diario acontecer, un importante sector de espectadores ya no medita, duerme, no le da lo mismo, el cansancio mata; otro importante grupo mira y no ve; otros cambian canal después del fútbol, para volver luego a esos programas “Light” donde los glúteos (extranjeros y de hace un tiempo nacionales) acaparan el centro de la cultura televisiva, (y lo dicen todo), intentado hacernos creer que las huevadas que dicen son importantísimas en el diario vivir; otro sector se queda con la política, bueno, ellos sobreviven con ese venenoso néctar que les hace soñar en el poder, y en ese sector los mismos de siempre se conforman con la migajas, y la gran mayoría con las mentiras.
Como sea, las noticias del día por lo general nos hacen sentir una dolorosa y triste realidad, de las que algunos medios hacen abuso de su espectacularidad, dando la impresión de que explotar la desgracia ajena en colores y desde el mismo lugar de los hechos produce raiting; o que intentando la deformación de la noticia con esos subliminales mensajes partidistas cambiará el rumbo de la patria a otros bolsillos. Aunque al finalizar esos show noticiosos, casi siempre le matizan con misceláneos sin importancia no logrando sacar el ácido corrosivo de la conciencia común. (Solamente estamos intentando respetuosamente hacer presente que en muchos noticieros se le falta el respeto a la inteligencia ciudadana, al intentar vender pomadas falsas en envases de mal intencionada calidad).
En fin, tanto va el cántaro al agua, que al final le brota musgo; y la conciencia ciudadana se reciente y acusa el golpe en el diario convivir dejándose llevar hasta explotar inconcientemente en conductas tan normales para estas sociedades concientemente manipuladas y explotadas…, que hipócritamente los responsables critican en cátedras, seminarios y convenciones “que los manipulados financian con el impuesto al pan y los libros”.
Tanta es la desvergüenza política que el ladrón de baja monta justifica su mal actuar ante la presencia de hechos del diario acontecer, y los de alta monta quieren igualarse a los “lideres”; (total la prescripción ha convertido en inocentes a tantos repugnantes culpables). Y el abuso en el uso del sistema judicial actual casi deja a la vista lo que podríamos llamar deficiencia; (bueno, gracias a Dios, hoy, por lo menos podemos ver esas deficiencias). Y tanta es la inconciencia social de los importantes inconcientes de siempre que realmente el común no sabe qué pensar y se deja dopar con farándula y escandalillos…, la droga, el copete y el criollo mariconeo…, (no me refiero a la homosexualidad). Y cuando piden “ese peso” del vuelto en los supermercados, farmacias, a tantos les deja ese gustito a duda…; “bueno ya…, total es un peso, y esa mugre de moneda vale menos que un moco”; ¡ojo! pero suma jil…, suma. ¿No sería mejor un impuesto a la conciencia? ¡Siempre y cuando no se lo roben! Son las opiniones, la voz de la calle.
Cuando decimos: “yo pienso que…,” ¿estamos realmente pensando? Cuando escuchamos o decimos: “la verdad es que…”, ¿realmente interesa en esencia la verdad? Somos realmente obra de la propia voluntad o solamente ilusos al pretender que nuestro actuar social y político es libre. Que piensa lector si le preguntan ¿siente que le están manipulando? ¿Es victima o cómplice de sus manipuladores? ¿Tiene algo que ver esto con esa libertad que tanto se predica, distorsiona y prostituye?
Es tan inmensa la insignificancia del común frente al poder económico que nos engaña, que nos explota, que nos avasalla, que son tantos, los que por un lado prefieren retraerse y acomodar el mundo a su medida…, y deciden pagar al contado a los manipuladores de la frustración el precio de la vida mal vivida… he intentan encontrar la felicidad en la sumisión de los diarios silencios frente a esa autoridad invisible llamada sistema…, que se disfraza, ya de ciencia, ya de religión, ya de “bíblicas” encuestas, ya de informes internacionales manipulados por las transnacionales que hacen uso de toda su fuerza con la nítida intencionalidad de someter…, y bendecidos por los testa di ferro criollos, que aducen que esas atrocidades son en bien del progreso.
Todo esto, lectores nuestros, brotó del salario ético. Salario: todos sabemos que tiene que ver con la sal, y tiene estricta relación con el salario actual, con la diferencia que en estos tiempos el salario se hace sal y agua… El problema se presenta cuando vamos a la mata burro y encontramos el término ética: “del griego ethikos. Parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre”.
Y ahí, se tranca el choclo. Recordemos que cuando terminó la institución de los senadores designados, hubo declaraciones encontradas; luego, un silencio atípico de los verborreicos; y un amanecer cualquiera, la noticia: “El senado de la república aumentó la dieta de sus miembros en dos millones de pesos mensuales para cada uno, dinero que destinarán “a consejerías técnicas”, (eran las monedas que dejaron los que se fueron). Y no se habló más de esos casi mil millones al año: “eso es ética”.

TODO POR LA AUTONOMÍA POLÍTICA Y ECONÓMICA DE MAGALLANES

Antonio S. Deza González, Director

El Fortín del Estrecho