No es posible enfrentar estas líneas sin antes agradecer a quienes con su sincera bondad han hecho posible que este sueño sea realidad.
Hemos llegado al número doce. En honor a la verdad, no ha sido fácil, pero gracias a Dios queda a la visa que para realizar los sueños lo más importante es tener fe. Muchos son lo que teniendo recursos no invierten porque simplemente no tienen fe. (Otros, no lo hacen por egoísmo.) Demás está decir que la fe, es un don… que deseamos a cada uno de los hijos de esta tierra bendita.
Como dijimos en el Fortín del Estrecho Nº 1: Éste, es un desafío. Y no nos rendiremos, y no despertaremos hasta hacer realidad los sueños comunes: Un centro de fomento creativo, un hospital de primera clase, un equipo de fútbol en primera división, la industrialización de la basura, un gran laboratorio industrial, Un Buque pesquero escuela, una generadora de electricidad con la fuerza del estrecho, una Universidad Humanista con carreras de Arte, Letras, Pintura, Escultura, Teatro, Cine, Fotografía, Filosofía, Teología, Historia. Y sedes de extensión cultural en los barrios. No dejaremos de soñar que es posible reinvertir las utilidades de las empresas de servicio en beneficio de los reales dueños. El cargo fijo, produce mucho más dinero que el que se invierte en un cóctel o en el pago del flete de una exposición. No dejaremos de oponernos a la venta de los bienes de la Región.
Para hacer realidad estos sueños, primero: Debemos poner todo nuestro espíritu para obtener la Autonomía Política Y Económica de Magallanes y para eso, primero: Debemos desprendernos de nuestros pesimismos y nuestros egoísmos. Si usted no es de Magallanes, no se meta. Este asunto, es para magallánicos.
(Por el año 1910, el sociólogo alemán Max Weber preguntaba ¿“Cómo es que la prensa contribuye en la construcción del hombre moderno”? ¿“Cómo son afectados los valores culturales objetivos e individuales, qué cambios ocurren, qué se destruye y qué es creado a partir de las aspiraciones de las masas, teniendo como base una información manipulada”?)
Quién se detiene hoy a medir las consecuencias que ese impacto que las tecnologías de la comunicación produce en las sociedades débiles. No advertir las consecuencias, es un acto de irresponsabilidad, es una traición a las generaciones futuras.
(De hecho, el manejo de al información en tiempos recién pasados a repercutido negativamente en el desarrollo de nuestra cultura cívica.)
A nuestros colaboradores: GRACIAS.
TODO POR LA AUTONOMÍA POLÍTICA Y ECONÓMICA DE MAGALLANES.
Antonio S. Deza González