Nació en Chimbarongo, escritora periodista y política, visitadora social de profesión, fue la primera senadora en la historia parlamentaria chilena elegida por Santiago en 1953 y además, una importante líder en el nacimiento y fundación del partido feminista de Chile. Acción que se inicio en el 1913, apoyando los derechos civiles y políticos de la mujer. En 1946, participó activamente en la segunda etapa de esta conquista del Partido Femenino de Chile, llevada por la tradición de Amanda Labarca, Elena Caffarena y Angélica Matte, con esta fuerza lograron la creación de leyes especiales de protección y la eliminación de esas leyes que desfavorecían al “sexo débil”; a consecuencia se tradujo en el logro del derecho al voto femenino en las parlamentarias de 1949.
Desde muy joven, escritora autodidacta de artículos, folletos y poesías. Directora de la revista Luz y Sombras. Ejerció el periodismo como comentarista política en Radio Nuevo Mundo: “María de la Cruz habla, programa que mantuvo hasta finales de 1978.
Entre su trabajo literario se destaca: 1940 Transparencias del alma; 1942 Alba de Oro. En poesía: Ha pasado la tormenta; Humanidad; y la novela suprema cita.
El 4 de agosto del 1953 fue inhabilitada como senadora perdiendo de inmediato sus derechos y beneficios, según lo establecido en el artículo 31 inciso 2 de la Constitución Política del Estado; se le acusó de tener vínculos económicos con el gobernante argentino Juan Dgo. Perón. Y de un “negocio irregular que involucraba a Ferrocarriles del Estado. Sus partidarias no aprobaban sus simpatías con el peronismo argentino. Eso significó el fin de su carrera política y la desintegración del partido al que representaba. Sus últimas acciones las realizó como miembro del Partido Nacional chileno.
La historia nos llena de ejemplos…

El Fortín del Estrecho