No nos referimos al termino unidad de lo separado por partes en sustancias y colores diferentes, sino a la unidad del todo, (léase todos).
La Unidad, en sentido propio, se dice que es lo necesariamente uno, o sea, indivisible, inseparable, solamente es, todo uno. (Si no es así, no existe la unidad, solamente se transita de eslabón en eslabón arrastrando las cadenas que atan al subdesarrollo). Algo parecido ya fue dicho por Aristóteles, (por supuesto, con su profundidad).

La unidad: no basta con pregonar-la, hay que generar esa necesidad de unidad, demostrando-la, aglutinada con verdades y lealtades, para conseguir el logro de ese, este o estos objetivos comunes.
Para eso, lo ideal es, unir-se, la unidad tiene que sentir-se, para lograr-se.
Sin unidad no se existe… La sociedad que genera y mantiene la unidad la siente vibrar en lealtad en todos uno a uno en conciencia y en espíritu…, eso es…, existir…, es ser…, es estar…, es pertenecer al todo…, para lograr ser uno.
Dicho en palabras simples, es lo que sucedió en Magallanes el 5 de enero de 2011, se unió la conciencia y el espíritu de un pueblo que se hizo todo uno, por un fin común y demostró que existe…, a pesar de todos los desaglutinantes.
Las causas comunes son muchas…
La puerta está abierta, el dintel es alto, hecho está a la medida para hombres de altura.
Pasando ese umbral, se ve el sendero recto al futuro propio.

TODO POR LA AUTONOMÍA POLÍTICA Y ECONOMICA DE MAGALLANES

Antonio S. Deza González, Director

El Fortín del Estrecho